INSTITUTO CULTURAL DE LEÓN
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Se acerca la edición 32 de Fenal

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Durante julio, podrás disfrutar de actividades artísticas, talleres, presentaciones editoriales y más, a través de Fenal 32; una edición enmarcada en tres ejes programáticos: Equidad, Diversidad e Inclusión.

La Feria Nacional del Libro de León se llevará a cabo del 22 al 31 de julio mediante un formato híbrido, es decir, con actividades presenciales y virtuales que permitirán el acercamiento a diversos públicos amantes de las letras.

Dentro de su programación, la Fenal presentará un programa artístico integrado por 18 propuestas en áreas de clown, danza, multidisciplina, música, narración oral, teatro, títeres y concursos; así como 11 talleres divididos en las siguientes categorías: 3 a 6 años (Antes de leer), 6 a 9 años (Mientras leemos), 9 a 12 años (Después de leer) y 18 años en adelante (Mientras más leemos).

En esta ocasión, las sedes presenciales conforman el Circuito Fenal; se trata de cuatro recintos emblemáticos de la ciudad de León: Plaza de Gallos, Casa de la Cultura Diego Rivera, Museo de las Identidades Leonesas y Teatro María Grever. Dichos espacios se alistan para recibir la visita de lectoras y lectores en el disfrute de las diversas actividades y la adquisición de nuevos títulos para tu colección.

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Voluntades por la creación literaria

Texto Edgar A. Aguirre Vega En 2017, en el marco de la Feria Nacional del Libro de León (Fenal), inició una historia marcada por un trabajo colaborativo enfocado en la creación literaria dirigida muy especialmente al público infantil y juvenil; la relación que entonces iniciaron el Instituto Cultural de León y la editorial Sexto Piso continúa dando grandes frutos. Siete títulos se han coeditado a partir de esta acción de estrechar lazos en beneficio de la lectura: El inconcebible universo y La oveja eléctrica y la memoria del universo (José Gordon, 2017), Yo, persona (Ellen Duthier, 2018), Kafkiana (Franz Kafka, Peter Kuper, 2019), Aventuras extravagantes del infante Patatús (Helio Flores, 2020), Flores Salvajes (Liniers, 2021) y Sofía en el País del Infinito (Bernardo Bef Fernández, Gabriela Frías Villegas, 2022). Año con año, ambas instancias han celebrado convenios que integran, por supuesto, la generación de títulos literarios, pero también su primicia y participación del autor o autores en la Fenal, así como profundizar en actividades que abonen a la difusión de los propios libros y su acercamiento con todo el público, al igual que de la lectura en general. “En los últimos años no solamente buscamos el tema de la coedición, sino de que los autores que estén presentes también tengan otras actividades dentro de la feria, un poco para enriquecer y darle juego, porque además son libros que nosotros usamos como material de trabajo todo el año”, destacó Daniela Yáñez, jefa de la Fenal, sobre este trabajo integral. Para Sexto Piso, editorial independiente con labor en Ciudad de México desde 2002, es crucial formar estas alianzas con agentes culturales y literarios como parte fundamental del ecosistema del libro; su relación con el ICL y la Fenal, en palabras de su director, Eduardo Rabasa, se ha llevado de manera genuina, comprometida y con intereses que buscan ir un paso adelante. “Para nosotros ha sido una experiencia súper grata y ha coincidido también con que, muy vinculado a esto, la presencia de nuestra editorial en la feria ha sido cada vez mayor; hemos tenido un stand más grande con más presentaciones, entonces como que ha sido un ancla, un eje para convertir a la feria y, en ese sentido, a la ciudad de León, en un punto cada vez más importante para exponer y para vincular nuestro catálogo y nuestros libros con los lectores y lectoras de allá”. Generar libros de calidad con participación de autores de trayectoria reconocida y enfocados al público infantil y juvenil es una de las premisas que se ha mantenido desde el inicio de esta sociedad, a lo que se ha sumado una diversidad de temas y estilos, buscando la pertinencia de todos ellos respecto a los objetivos y líneas temáticas de la Fenal y, en general, del Instituto Cultural de León. Sexto Piso plantea propuestas literarias para su análisis y revisión por parte del ICL; una vez realizada la selección con la importante retroalimentación de ambas instancias, la editorial da paso al proceso de producción que da vida al título en cuestión. Los temas abordados han permitido que los libros tengan buena acogida por parte del público, algunos incluso se han agotado en el catálogo de la editorial. Las coediciones han permitido que el ICL realice una labor constante y directa con dependencias, organismos y gestores locales comprometidos con el fomento a la lectura, ya que estos títulos son donados de manera estratégica para acciones que refuercen esta labor. Tal es el caso de las 22 Bibliotecas Públicas Municipales de León, espacios que ya cuentan con ejemplares de dicho acervo y donde se han realizado círculos de lectura abordando títulos como Kafkiana, Flores Salvajes y Sofía en el País del Infinito. La experiencia de autores y autoras también se vuelve única, no se trata solo de visitar y presentar su texto, es adentrarse en el mundo de la Fenal y compartir sus saberes y habilidades a través de exposiciones, talleres, charlas…; es confiar y respaldarse mutuamente. “Hasta donde yo puedo ver o lo que les queda la impresión a los autores, no es como la típica asistencia a una feria de libro a presentar un libro, sino que en ese sentido va más allá. Quedan muy contentos, se sienten muchas veces halagados, regresan conmovidos; la verdad es que creo que por el lado de los autores es como muy redonda la experiencia”, comparte Eduardo Rabasa. Cada coedición —con el total involucramiento y respaldo de Sexto Piso— certifica, en cierto modo, el compromiso, el nivel y los objetivos de la Fenal, pues esto se traduce en productos literarios que permanecen más allá de diez días de feria. Es por ello que las acciones continúan y, por ambas partes, se busca su fortalecimiento y diversificación. “Hay un gran compromiso de Sexto Piso por tener una oferta que sea de interés y que vaya con los temas y con los intereses de la feria en particular, más allá de la presencia que tiene en el stand, siempre buscan sumar”, comparte Daniela Yáñez. Por su parte, Eduardo Rabasa reafirma su compromiso e interés por seguir trabajando de la mano de Fenal: “Por un lado continuar afianzando la colaboración actual y llevarla a otros terrenos, quizás, son posibilidades que hay que explorar, pero podemos pensar en no necesariamente atarnos solo al marco de la feria sino que podemos darle continuidad en otros periodos del año o aprovechar otro evento cultural”. Esta labor conjunta se mantiene y en 2023 dará vida a —¡primicia!— Adiós, Glinka, obra que integra el conmovedor texto de Arnoldo Kraus, dialogando con las hermosas ilustraciones de Alejandro Magallanes; coedición que, por supuesto, será presentada en el marco de la 34 Feria Nacional del Libro de León.

Crear y comunicar la literatura

Conoce a Elik Troconis, ganador del Premio Nacional de Literatura para Jóvenes Fenal - Norma “La primera vez que escribí un cuento me fascinó saber que podría crear algo que no existía”. Imaginar, disfrutar y sentir, es lo que al escritor Elik Germán Troconis Martínez le fascina de la literatura y es lo que busca provocar con sus obras. Hace poco, Elik recibió el XIV Premio Nacional de Literatura para Jóvenes Fenal - Norma por su novela La joya robada. Capítulos verdaderos del crimen que investigó el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, misma que tendrá su primicia editorial en la siguiente edición de Fenal. Previo a ese acontecimiento te presentamos más de él y su obra. RCA: ¿Qué te motiva a escribir y cómo fueron tus inicios como autor? Hay dos motivaciones para mí, una completamente interna y otra externa. La primera pienso que mucho de lo que he escrito ha sido para explicarme a mí mismo algunas cosas, para entenderlas mejor, y en ese sentido explorarlas y darles cierto entendimiento, y la motivación externa es lo fantástico que me parece poder compartir con alguien más y transmitir alguna sensación, algún pensamiento, alguna reflexión que pueda también cambiar cierta perspectiva o simplemente que sea disfrutable para el lector. RCA: ¿Qué es lo que te llevó a ser artista?, ¿te dedicas completamente al arte? Diría que me dedico tiempo completo a lo relacionado con la literatura. La mayor parte del tiempo es a la escritura pero también a las labores que implica, como la investigación y la lectura de otras obras, y también a actividades como dirigir círculos de lectura, corrección de estilo, edición de otras obras literarias, libros de textos y plataformas escolares, charlas y conferencias, todo en torno a cultura en general y particularmente literatura e historia porque yo de formación soy historiador. (Lo que me llevó a la escritura artística) Fue darme cuenta de lo sensacional que resultaban dos cosas para mí, por un lado ver la capacidad creadora, es decir, la primera vez que escribí un cuento me fascinó saber que podría crear algo que no existía. Y por otra parte, me pareció asombroso ver que eso se podía comunicar a otras personas para que sintieran algo, si no idéntico, sí similar. Entonces, esa sensación de crear y compartir fue lo que me pareció genial. RCA: ¿Qué estás leyendo actualmente y qué temas y autores te inspiran? Ahora mismo estoy leyendo Por quién doblan las campanas, de Hemingway y diría que en mi vida como escritor han habido varios autores que han influido en mí o que me han hecho creer, uno de ellos es Arthur Conan Doyle, que como creador de Sherlock Holmes me inspiró para querer crear misterios, detectives y pistas para ir llegando al final de los enigmas; también Edgar Allan Poe por su tipo de atmósfera; también Mary Shelley que con su Frankenstein me parece que dio a la literatura y al mundo una lección absoluta de la esperanza en la humanidad; a una autora mucho más reciente, Amélie Nothomb, que con sus novelas demuestra cuán pocas páginas se requieren para crear un gran misterio, para crear mucha tensión y para darnos una sorpresa al final. RCA: ¿Qué sentiste cuando te avisaron que fuiste seleccionado ganador del xiv Premio Nacional de Literatura para Jóvenes Fenal-Norma? Una sorpresa enorme y un agradecimiento todavía mayor. Recuerdo que como no sabía qué decir, debí decir como 400 veces “¡gracias, gracias, muchas gracias!”, ¡ja,ja! Estaba sorprendido, entusiasmado, emocionado con muchos pensamientos en la cabeza, con mucha satisfacción y orgullo, en el mejor sentido de la palabra, de ver materializado un premio después de tanto tiempo de búsqueda, de manuscrito, de búsqueda de editoriales, de premios; haber conseguido este premio en particular fue genial. RCA: ¿Cómo surge la obra ganadora, cómo surge La joya robada? La idea primigenia surgió mientras estaba leyendo Don Quijote de la Mancha. Hay un momento en la primera parte que Don Quijote se encuentra en la venta en una hospedería junto con otros 15 personajes, todos encerrados y con relaciones muy diversas (...) cuando leí eso me pareció que era el escenario perfecto para una novela policiaca, para un crimen y donde el detective fuera nadie menos que el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Esa fue la primera idea y los personajes estaban, en una muy buena medida, dados ya por Cervantes y la cosa era hacerlos actuar, también desde la óptica del día de hoy, desde los valores que tenemos en esta sociedad tan distinta pues han pasado ya 400 años. RCA: ¿De qué va tu obra y qué necesidad satisface para ti como artista? Diría que están a punto de internarse en un texto que es policiaco, histórico y a la vez cómico. Una novela policiaca para reírnos de los disparates de Don Quijote y para ir atando las pistas para llegar a la respuesta de quién es el malhechor, cómo se cometió el crimen, todo dentro de un escenario histórico porque nos separan 400 años, sí, pero hay cosas que me gusta reconocer como los valores caballerescos por ejemplo, las ropas de esa época, la forma en que se hablaba de América como otro continente y mucho más. Es una novela para reír, para internarse al misterio y también a otra época, y que hace aguardar al lector una mirada sobre uno de los crímenes que hoy están muy en boga, que son indispensables para nosotros como sociedad de considerar actualmente bajo nuevos valores, decir cuál sería arruinar la novela, pero es una mirada desde nuestra contemporaneidad, también crítica en torno a aquello que se escribía antes. RCA: ¿Qué representa para ti presentar tu libro en Fenal? Es para mí un hito, algo que me emociona muchísimo, por una parte lo veo como el culmen de una primera fase de este proyecto que es La joya robada, porque finalmente presentamos el libro como resultado tangible pero también me parece que es el inicio de la segunda parte, tan importante como la primera, que es que el libro llegue a sus lectores. Entonces ir a la Feria Nacional del Libro de León me parece una oportunidad espectacular para dar el banderazo de salida para la obra. La joya robada: capítulos verdaderos del crimen que investigó el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha Cuenta Miguel de Cervantes que en cierto punto don Quijote de la Mancha se encuentra en una hospedería acompañado de 15 personajes más, entre ellos una dama que se hace pasar por princesa, un barbero que pretende ser su escudero, un capitán que combatió en Lepanto, dos hermanos que tienen años de no verse, parejas casadas entre las que hay antiguos amantes, una musulmana que pretende convertirse al cristianismo y una niña de dieciséis años que va rumbo a América. Todos con diversas relaciones entre ellos y con corazones que albergan sentimientos no necesariamente de amistad. Todos confinados a un mismo espacio. El escenario perfecto para un crimen. Elik G. Troconis toma los personajes cervantinos y crea con ellos una divertida novela policiaca en la que el ingenioso don Quijote de la Mancha debe investigar el robo de la joya más preciada de uno de los personajes y restaurar el orden dentro de la hospedería. Con esta serie de pesquisas, interrogatorios y hasta desnudamientos, ni duda cabe de que don Quijote fue el primer Sherlock Holmes y Sancho Panza, el primer doctor Watson.

Para siempre en ‘onda’, José Agustín

Texto Jorge FloresLa muerte de José Agustín, ocurrida el pasado 16 de enero, no se limita al dolor de perder a un padre, un amigo o una figura célebre de las letras mexicanas, su partida también es una invitación a resignificar su valentía como artista, su talento como escritor y su legado a la cultura mexicana, a la de los jóvenes jipitecas que convivieron con sus letras y también a los jóvenes millennials, centennials y consecuentes, que seguimos encontrando en sus textos una voz que nos llena de preguntas y nos acerca a las respuestas. Bohemios desencantados de la literatura mexicana burguesa. Los herederos de la cultura beatnik aparecieron en México durante la segunda mitad del siglo XX, escritores que le sacaron la vuelta a los convencionalismos y expusieron un lenguaje que no le rendía pleitesía a las normas; la literatura de la onda irrumpió bajo un término que los banalizaba, pero que con el tiempo los identificó, sin quererlo, como referentes de la contracultura de la época.Fue en la década de los 60 cuando aparecieron los textos de Gustavo Sainz, Parménides García y, de tal vez el más significativo de todos ellos, José Agustín, que si bien no formaban un movimiento sí compartían una inquietud creativa, una voz llena de pericia que se servía de un lenguaje simplista, coloquial, vulgar para algunos, y que chocó estrepitosamente con el pomposo recato de la literatura latinoamericana del ‘periodo estabilizador’ en México, donde se habían de respetar las formas y las reglas. Fue Margo Glantz, académica y crítica literaria, quien acuñó este término de manera despreciativa a un estilo juvenil y que, por supuesto, no pegó bien en quienes representaron esta corriente de escritura ágil y audaz; sin embargo, el término prevaleció: Me pareció que podía ser interesante llamarla literatura de la onda, haciéndole en gran medida un homenaje, aunque él (José Agustín) lo tomó como algo negativo. En ese momento no lo vi con tanta claridad como lo veo ahora. Contó Margo Glantz en una entrevista para La Jornada tras la muerte del escritor mexicano. La Tumba (Agustín, 1964) y Gazapo (Sainz, 1965) son consideradas las obras fundacionales de esta marea llamada onda, pero junto con ellos se puede mencionar una nutrida lista de otros tantos autores que buscaban esas palabras cercanas, el diálogo auténtico y las sensaciones reales: Los Juegos (1967), de René Avilés; Pasto Verde (1968), de Parménides García, o Larga Sinfonía en D (1968), de Margarita Dalton, entre muchos más. Estos jóvenes encontraron la inspiración en lo mundano de su día a día, su rutina fue el origen de relatos que obligaron a la reflexión; el talento y la franqueza al servicio de la necesidad de expresión que sirvió para escapar de una realidad veloz, confusa y abrumadora. Desde esos textos de jerga, albures y desenfado nacieron críticas a ‘las buenas maneras’, a la ‘momiza’, el hartazgo juvenil a las instituciones, a la autoridad civil y familiar; alejados de la anarquía y rebeldía punk, y más bien cerca del cuestionamiento y la defensa de su autenticidad. Al margen de esta reflexión, sumamos el recuerdo indeleble de quien fue, tal vez, la figura más representativa de la literatura de la onda: José Agustín, que nació en Guadalajara pero siempre se refirió a sí mismo como guerrerense. Fue inquieto y corrosivo desde joven y creó textos que cuestionaron su contexto, que incomodaron a unos e incitaron a otros. Su personalidad libertaria lo llevó a pisar Lecumberri durante algunos años luego de ser arrestado por posesión de marihuana; en prisión conoció a José Revueltas y siguió puliendo su oficio de escritor. El cinismo y la naturalidad de sus relatos contrastaron aplausos con rechazos. “El mundo de un nuevo lenguaje coloquial audacísimo. La pirotecnia de una realidad desenfadada, pero al mismo tiempo intensa como cólico de apendicitis, que nunca sospeché de aquel jovenzuelo de risa tipluda y enfermo de brinquitos”, explica Vicente Leñero, quien fue colega y amigo de José Agustín. A los 77 años y tras diversos padecimientos, José Agustín Ramírez Gómez falleció el 16 de enero de 2024, un hombre que fue combustible de un estilo que hoy se alienta, se enseña y se estudia; esa magia de poder hacer de una tarde cualquiera un dilema existencial, un legado que se ha vuelto eterno. Referencias: Leñero, V. (s/f). José Agustín, el desmadroso. Com.mx. Recuperado el 10 de marzo de 2024, de https://www.proceso.com.mx/cultura/2024/1/16/jose-agustin-el-desmadroso-322193.html de Medios, D. (2024, enero 17). La Jornada: ¡Qué onda!, Margo Glantz. La Jornada. https://www.jornada.com.mx/2024/01/17/cultura/a04n2cul Definición de Literatura de la Onda; contexto, y escritores. (s/f). Enciclopedia.net. Recuperado el 10 de marzo de 2024, de https://enciclopedia.net/literatura-onda/